miércoles

Perras sin voluntad.



Yo no crecí con grandes lujos, mi casa era humilde y mi familia un poco incompleta, mis amistades no eran caras, ni muy educadas. Éramos lo que desde tiempo antiquísimos se llamaría la “Clase Baja” porque si, viví una época clasista, yo era mulata con cabellos indios y los ojos oscuros como la noche, nunca nos interesamos por ser politólogos, economistas, abogados, ministros, diputados o magistrados, porque con que las mujeres supieran tejer y cocinar iban a hacer buenas esposas, a su diferencia, los hombres tenían el trabajo desde muy pequeños de sacar adelante la casa. Éramos gente inocente como decía mi abuela.  A mi se me iban mi adolescencia entre la cocina y las telas que estaban en el cuarto de la abuela, el olor de ese cuarto aun lo siento en las noches cuando en estas cuatro paredes me siento tan sola; A veces me sentaba afuera de la casa a mirar a los niños jugar sin un juguete de por medio, se reían, había felicidad por un lapso de 10 segundos, luego se me nublaba la vista, ¿A mi me gustaba esa vida? Hoy en día, puedo decir que si, en ese momento no se que pensé, pero puedo decir que me sentía ajeno a lo que veía pero me gustaba, me gustaba ver a la señora de los dulces llegar a golpe de 4:00 PM, el señor del periódico golpear la ventana de la cocina antes de que el sol lo alcanzara, me gustaba y ahora extraño con pena a mi madre sentada en la poltrona viendo la tarde morir... A mi me gustaba eso, así como te gusta un día lluvioso, por tiempos y para extrañarlo. 

Una tarde como cualquiera mientras el sol se desconectaba baje la vista y vi como un barquito se iba a lo lejos, corrí hasta donde me fue mas fácil mirar y cerca de mi estaba Julieta, una vieja amiga del colegio.

-Julieta ¿A quien despides?- Tropecé dos veces en mi intento tosco de alcanzar a la rubia de ojos negros que viro hacia a mi con la vista empañada.
-¿A quien despides?- Insistí secándole las lagrimas, me conmovió, o me dio curiosidad, ahora no se explicar que sentía. Pero Julieta me explico entre sollozas palabras que “Alejandra, Maria y Ariana, se marcharon.” Me sentí tan aturdida que lo único que quería hacer era preguntarles a las familias respectivas que pasaba. -Se lo que piensas y no, no puedes decir nada.- Ellas habían decidido irse sin dejar rastro, por una promesa tan brillante que pensé que solo la encontrarías al final de cualquier arco iris. -Zarparon a España, Lorena prométeme que nadie sabrá, yo me iré en un mes.

¿Y tú como haces para marcharte a un sitio sino tienes dinero? Claro que eso lo pienso mejor ahora, en ese entonces con 16 años yo no podía saber bien si felicitarla, llorar, enojarme con ella o pedirle que me llevara. Me pidió que me sentara pues que noto mi cara de extraña sorpresa, hablamos tanto que no recuerdo bien cuanto tiempo estuvimos ahí, me explico que hizo, como lo hizo y con quien se comunico para lograr lo que estaba apunto de hacer, hoy pienso que tanta inocencia le hace mal al mundo, el desconocimiento causa tristes heridas y la dejadez abre tristes heridas que no vas a cerrar nunca mas.

-Buenas tardes Lorena, hay que colocarte el tratamiento.- Esa voz que en otras condiciones me hubiese parecido agradable, me provocaba nauseas severas, yo solo me limitaba a responder “Adelante” ¿Qué mas le iba a responder a una persona que era una extraña y que se empeñaba en entrar en mi vida, en saber porque despertaba llorando, porque tenia sobresaltos en las noches. Yo nunca quise explicar.

Era miércoles casi las 2:00 AM y yo daba vueltas en mi vieja cama, pensando en todo lo que me había contado Julieta con tanta confidencialidad que sentí miedo de escuchar la palabra “Secreto”. Julieta siempre fue muy habilidosa, siempre quiso mas de lo que pudo tener, siempre se exigió mas que nosotras, siempre quiso ser mas alta que Ariana, mas voluptuosa que Maria, mas elocuente que Alejandra y hoy puedo jurar que nunca quiso ser mas que yo, porque yo… Era la nada, siempre voy a recordar a Julieta como la de los cuentos, si, la de “Romeo y Julieta” que era capaz de suicidarse a los 13 o 14 años por un “amor imposible”, las habilidades de Juli eran tan ensordecedoras que jamás me imagine estar aquí por ella, estar aquí sin ninguna de ellas, por Julieta. Porque debo admitir que sus ideas y ocurrencias siempre fueron aunque muy maduras no perdían la inocencia, ese brillo de ingenuidad, esa ingenuidad e inocencia que perdimos las cinco.

-¿Puedo verlas?- La muchacha ojos claros, me miro con compasión a través de los grandes mechones rojos, para solo negar con la cabeza. Me sentía sola, me sentí por mucho tiempo sin emoción, por mucho tiempo no llore, ni reí, no extrañe, ni suspire. Pero hoy, ayer, hace una semana, sentía que perdía el oxigeno que pasaba por mis pulmones.Yo quisiera explicar que sabía lo que trataban en mí, pero estaba en una habitación gris, con unas cortinas rosa pálido, ese color me recordaba a las cobijas que vendía mi abuela. Entre esas cuatro paredes no había cuadros, supongo que las cortinas tenía el trabajo de eliminar los ecos de mis pensamientos, porque luego de entrar allí me costaba hablar sin sollozar.

Puede ser que nadie entienda mis razones de seguir los pasos de mis amigas, eramos muchachas analfabeta en su totalidad y no había malicia en ninguna de nosotras, o al menos eso pensaba yo, la ultima semana con Julieta yo no sabia que seria nuestros últimos días, siempre pensé que ella se iría conmigo y nos reencontraríamos con Ariana, Maria y Aleja, pero eso nunca fue así. Julieta me pidió un día quedarse en mi casa para seleccionar la ropa que me llevaría ese día que me tocara irme, debía marcharme sin que nadie supiera, siempre me recordó eso y hoy pienso "¿Que hubiese pasado si mi familia hubiese impedido lo que yo quería hacer? me deje encantar, me deje cegar por los millones de papelillos que caían sobre mis ojos mientras Julieta me contaba todo lo que podía lograr si hacia exactamente lo que ella quería. No se como me deje convencer, no se como no dude, no se como no pude prever que algo podía salir mal.

Ella me convenció de que la semana siguiente vendrían por mi, también prometió que ella estaría cuando antes con nosotras que aun tenia muchas cosas que resolver en el pueblo y que como ella era la intermediaria era preferible que fuéramos nosotras primero, ese mismo día que reviso mis pertenecías no me dejo llevar nada de lo que allí estaba, ni fotos, ni mis vestidos, ni mis alhajas su razón: No puedes llegar a trabajar con esos trapos, yo te prestare algo y apenas cobre compraras algo bonito y que haga que resaltes sobre las demás La ropa de Julieta me quedaba perfecta pero no me sentía yo, me sentía mercancía con precio fijado y tal vez era porque si, siempre fui una mercancía


Cuando pasaban revista en el hospital siempre fingía estar dormida, no quería que el doctor me pidiera igual que siempre: Abre las piernas, necesito saber como haz evolucionado ¿Vale?. Maldito español, ya bastantes como tu habían estado entre mis piernas y todos decían lo mismo, todos habían manoseado mis tetas un poco menos profesional de lo que tu lo haces, ellos buscaban excitarme, tu torpemente me examinas solo para darte cuenta que sigo y seguiré igual. 


El día que me toco marcharme salí antes de que las manillas marcaran las 3:00 am, en el muelle estaba Julieta tan arreglada que por un momento fui tan incrédula para pensar que ella también vendría, me entrego un bolso pequeño que supuse llevaba la ropa que usaría por unos días, la maldita lloraba como si le estaban arrancando los ojos, me repetía que pronto estaríamos juntas y que todo saldría bien. Puta. 


En el pequeño barco estaban tres hombres que hablaban de la "presa" y el "comensal", nunca hablaron conmigo no puedo decir que me hicieron daño en el trayecto, no me tocaron, no me sonrieron, cuando preguntaba cuanto faltaba para llegar solo respondían "Poco, calma", a la tercera vez entendí que no debía preguntar. Uno de ellos era alto, blanco, con los ojos verdes como esmeraldas, el cabello era desordenado y castaño. El que parecía estar a cargo era de mi color, con los ojos azules, vi la maldad en sus ojos desde el primer momento pero no me pude retractar de nada, no pude echarme para atrás nunca porque ya me había convertido en una perra sin voluntad. 


La dosis de lo que sea que me habían puesto me hizo dormir, siempre me hacia dormir... Aparte de dormir me aliviaba el dolor de sentir unido el ano y mi vagina, desaparecían la sensación de una bolsa que colgaba a mi costado, pero nunca aliviaron mis pesadillas. Las correas en las manos acentuaban las cortadas que ya había en mis muñecas aunque tenia vendas era igual de dolorosa tratar de salir y sentirte amarrada, me sentía igual que cuando estaba amarrada en las habitaciones de "The Paradise" 


"La policía local de Barcelona a logrado ingresar a las instalaciones del burdel mas grande de España, en el allanamiento lograron incautar mas de 1000 kilos de presuntos estupefacientes y maletines con euros que se presumen son parte de la mafia del lavado de dinero que labora en ese local nocturno. Ademas pudieron salvar a 230 mujeres en su mayoría latinas, entre ellas colombianas, argentinas y venezolanas. De fuente oficial se pudo conocer que 4 jóvenes en estado de gravedad se encontraban en una habitación con cuatro camas por la que se llegaba a través de la oficina principal, una de las jóvenes que fue identificada como Ariana Medina, fue la única hallada sin vida atada a la cama victima de una sobredosis de sedantes que le propinaban a las jóvenes para poder abusar de ellas sin que estas opusieran resistencias. El jefe de esta red de trata de blancas fue abatido en el enfrentamiento que se efectuó al intentar allanar el local, las mujeres encontradas en el "Paradise" como se llama este local se encuentran bajo vigilancia medica y serán transportadas a sus naciones cuando sea prudente hacerlo." 


¿Ven? Pase de ser una inocente a puta encarcelada, y de puta pase a ser la loca de la habitación 340.