miércoles

En el ultimo puesto.

Me enamore de ti total y perdidamente, llegaste a ser todo para mi, las ganas, el animo y el olor en mi ropa, las mil horas detrás de una computadora esperando un correo tuyo, las interminables noches hablando recostados en mi cama, eso era la máxima expresión de amor y todo era por ti. No se si recuerdas aquel agosto que tiramos todo por la borda y nos fuimos solos tu y yo a conocer el resto de las playas que nos sugería un búsqueda en Google, jamas te vi sonreír tanto ni ser tan feliz, fue la primera vez que te vi sonreír nunca imagine que seria la ultima. Hoy que pensé verte tan feliz (Mas que esos días) no lo estás sólo espero que después de esta carta puedas sanar y dejes que yo siga haciendo lo mismo.

Hoy quisiera abrazarte y darte el beso que inaugurara nuestra vida juntos, pero eso hoy no me corresponde, viví convencida de tu amor, de tu cercanía y de tus apariciones sin avisar, de esos miles de regalos sorpresas y de esos millones de momentos juntos en mi apartamento o en tu carro, de allí no pudimos salir nunca y hoy entiendo eso mejor que nadie, abrí los ojos y estoy aqui por lo menos en presencia literaria, pero estoy aquí.

Hace unos meses cuando tu estabas en alguna reunión importante y yo me perdía en el espacio de nuestra relación, recibí una llamada, la llamada que me hizo tomar el primer destino que se me ocurrió y por eso me desaparecí de tu vida. No voy a hacer mas drama diciendo quien estaba del otro lado del teléfono, pero ella me contó de tu otra vida, esa que no me dejaba tenerte a plenitud, la misma que me impidió muchas veces ser quien iba de tu brazo en algún evento social.

Esa llamada dio sentido a las batallas campales tan incansables e innumerables, tu dejadez y tu lejania, tu soberbia mas a flote y tu mirada perdida después de hacer el amor, quería dejarme y no sabias como porqué asi como tu estabas enredado en esta maraña yo era el centro de esto que tu tejiste, con tus mentiras y enredos, me hiciste tan feliz en una mentira y hoy agradezco que allá sido esa persona que me abriera los ojos y pudiera tener la voluntad de hacer la estupidez de despedirme de ti hoy. 

Se que tienes mil preguntas que hacer, yo no, estos seis meses lejos de ti me ayudaron a entender que hay amores pasajeros que dejan huella, no se si tu huella sea positiva, hoy no lo puedo juzgar. Por ultimo quiero pedirte perdón, por confiar mi alma en tus manos y no detenerme a pensar en lo que hacíamos y también quiero darte las gracias por no colocar un monigote con una lista de invitados en la entrada, sí, voltea estoy en el ultimo puesto de la ultima fila... Donde tu siempre me tuviste. 



Siempre propia,
Ana M.